¿Es posible la prohibición de TikTok por regiones?

¿La prohibición de Montana es aplicable siquiera?

Hace poco conduje de Washington a Nueva York, y pasé por Maryland, Delaware y Nueva Jersey mientras hacía scroll por Instagram, TikTok y Twitter. Cruzar todos esos estados me hizo pensar en Montana y su reciente prohibición sobre TikTok, la gran app propiedad de ByteDance, el gigante tecnológico chino.

¿De verdad vamos a tener que borrar y volver a descargar ciertas apps al cruzar fronteras estatales? ¿Cuál es el futuro de las prohibiciones de TikTok? ¿Podrán aplicarse algún día?

En los últimos meses, los responsables políticos de EE UU han examinado la aplicación en profundidad por temor al espionaje chino. No obstante, la prohibición de Montana es la medida más drástica hasta la fecha. Los legisladores han estructurado la ley de forma que señale a marketplaces como Google Play y App Store, de Apple. A partir del 1 de enero de 2024, esas empresas podrían enfrentarse a una multa de 10.000 dólares (unos 9.300 euros) al día si ponen TikTok a disposición de los usuarios de Montana.

Muchos expertos, políticos y tecnólogos han tachado la prohibición de ridícula, inconstitucional y xenófoba. Y ya enfrenta algunos desafíos legales. Recientemente, TikTok presentó una demanda contra Montana a raíz de otra demanda de un conjunto de usuarios, que alegaban motivos constitucionales.

Eric Goldman, profesor de Derecho de la Universidad de Santa Clara (California) y codirector del Instituto de Derecho de Alta Tecnología en dicha facultad, considera que las prohibiciones pueden ser algo más que una jugada política, es decir, que estén destinadas a transmitir un mensaje: «Solo es propaganda, no es un esfuerzo por mantener a salvo a los montaneses».

En realidad, todavía no hay pruebas de que TikTok esté entregando datos de usuarios al gobierno chino a la escala que afirman los políticos estadounidenses. Sin embargo, las propuestas de prohibición de TikTok están surgiendo por todo EE UU con un apoyo mayoritariamente bipartidista, y el presidente Biden también ha amenazado con una prohibición nacional. De hecho, no es la primera vez que los legisladores estadounidenses impulsan una reacción contra TikTok. En 2020, la administración Trump intentó prohibir la aplicación, pero fue bloqueada después de que un juez determinara que no había pruebas suficientes de espionaje chino.

En cuanto a su aplicabilidad, ¿qué pasaría si entrara en vigor la prohibición de Montana? ¿Tendría que borrar la app si fuera a visitar el Parque Nacional de los Glaciares? No es probable, y la ley actual parece cortar el acceso a TikTok en el momento de la descarga inicial, no cuando ya está descargada en el teléfono.

Algunos TikTokers de Montana ya han empezado a lamentar la posible pérdida de sus plataformas y comunidades. Aunque puede que no tengan que preocuparse demasiado, ya que la ley tampoco amenaza con castigar directamente a los usuarios de TikTok.

La eliminación de TikTok de las apps stores reduciría su capacidad para captar nuevos usuarios, y las tiendas tendrían la tarea de controlar el acceso en función de la ubicación del dispositivo. TechNet, un grupo de presión que representa a Apple y Google, afirma que la aplicación de una política de este tipo es imposible actualmente, ya que las tiendas no tienen la capacidad de «geovallar» por estados.

Goldman afirma que los legisladores de Montana probablemente nunca tuvieron la intención de elaborar un proyecto de ley aplicable en la realidad. «Aprueban proyectos de ley que nunca funcionarán, pero ese no es su propósito. Su objetivo es demostrar que los legisladores se preocupan por determinados electores», asegura el profesor. El gobernador Greg Gianforte no ha respondido a las preguntas de MIT Technology Review.

Parece improbable que la prohibición de Montana sobreviva a todos los desafíos legales, aunque es posible que se aprueben proyectos de ley similares en otros estados. Esto resulta aún más interesante en el amplio contexto de cómo se está desarrollando la regulación de la expresión en internet en EE UU. Las legislaturas estatales se influyen mutuamente, y sirven de laboratorio para las estrategias políticas nacionales de ambos partidos. Ahora mismo, todos están experimentando sobre el modo de aumentar las limitaciones a las redes sociales y el daño que pueden causar, especialmente en ausencia de leyes nacionales sobre la libertad de expresión y la privacidad en internet.

Recientemente, escribí sobre la oleada de proyectos de ley de seguridad infantil en Internet, los esfuerzos para censurar la información sobre el aborto dirigiéndose a los proveedores de servicios de internet que alojan webs relevantes, y el mosaico tan fragmentado de leyes estatales que está dándose en EE UU. Muchos de estos proyectos de ley, como la prohibición de TikTok, están muy politizados y es poco probable que sobrevivan a la revisión judicial. Sin embargo, restan esfuerzo, dinero y atención a las conversaciones nacionales productivas sobre cómo hacer de internet un espacio más seguro y abierto.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) de Montana y otras organizaciones por la defensa de la libertad de expresión se han opuesto a la prohibición. Keegan Medrano, director de Políticas de la ACLU de Montana, afirmó en un comunicado: «Nunca cambiaremos nuestros derechos de la Primera Enmienda por argumentos políticos baratos«.

En última instancia, ese parece ser el verdadero peligro que plantea la experimentación con estas prohibiciones: que la política se inmiscuya en la legislación. Es una historia tan antigua como el tiempo. Por desgracia, esta era de proyectos de ley-basura sobre internet parece haber llegado para quedarse.

¿Qué más estoy leyendo?

  • Sobre la guerra tecnológica entre China y EE UU, Microsoft advirtió que un programa malicioso chino había afectado a los sistemas de telecomunicaciones de Guam y otros lugares del país. Las agencias de inteligencia estadounidenses descubrieron el hackeo en febrero; aparecía como un misterioso código que permite el acceso remoto a un servidor en una infraestructura cibernética «crítica». El ataque, atribuido al grupo de piratas informáticos chino Volt Typhoon, parece estar en curso. Además, Guam es una ubicación esencial para cualquier respuesta militar estadounidense en Taiwán.

  • Ron DeSantis, gobernador de Florida, anunció en Twitter Spaces su candidatura a la nominación republicana a la presidencia en 2024 en una entrevista con Elon Musk. El sitio colapsó repetidamente, aunque el acontecimiento fue monumental por razones que van más allá de la promoción de la principal función de audio de la red social. Ya que marcó un llamamiento a una política más de derechas  que Musk está decidido a llevar a Twitter.

Esta semana aprendí…

Empezamos a saber más sobre el lío de la desinformación y la información falsa online en torno a las vacunas para la Covid-19 de los últimos años. Un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Texas, en Austin, ha descubierto que algunos esfuerzos por combatir la desinformación son eficaces. La exposición a información veraz contribuyó más a que la gente cambiara de opinión que las refutaciones directas y, en realidad, estas podrían ser contraproducentes y hacer que la gente no quisiera vacunarse. La experiencia y fiabilidad de la fuente de información también fueron factores importantes, y los investigadores descubrieron que los médicos eran mensajeros eficaces.

Fuente: www.technologyreview.es

TikTok: por qué Estados Unidos, Canadá y la Comisión Europea prohibieron la app en sus teléfonos oficiales

Primero fueron Estados Unidos y la Comisión Europea, la rama ejecutiva de la Unión Europea, y ahora se ha sumado Canadá.

Sus funcionarios ya no podrán utilizar TikTok en sus dispositivos oficiales debido a los recelos que la popular aplicación de video china despierta entre los gobiernos occidentales.

Taiwán tampoco permite a sus funcionarios su uso, e India prohibió completamente la aplicación en el país en 2020, después de una disputa geopolítica con China.

Afganistán, Pakistán e Irán también censuran la app, pero porque consideran que contradice sus valores sociales.

Por qué recelan

TikTok es una aplicación de video propiedad de la empresa china ByteDance Ltd. que cuenta con una enorme popularidad, especialmente entre los usuarios más jóvenes.

La aplicación ha experimentado un fulgurante crecimiento en los últimos años, hasta convertirse en la primera app que no es propiedad de Meta (dueño de Facebook o Instagram) que alcanza las 3.000 millones de descargas mundiales, según la empresa de análisis Sensor Tower Data.

Sin embargo, la firma ha sido acusada de recopilar datos de sus usuarios y de entregárselos al gobierno chino.

Según un estudio de ciberseguridad publicado en julio de 2022 por Internet 2.0, una empresa australiana, la aplicación lleva a cabo «una recolección excesiva de datos». Sus investigadores estudiaron el código fuente de la aplicación y aseguraron que recogía datos como la localización de los usuarios, qué terminal estaban usando y qué otras aplicaciones había en el dispositivo.

Para sus críticos, TikTok es una suerte de «caballo de Troya» que, aunque parece inofensiva, podría convertirse en una poderosa arma durante tiempos de conflicto.

Qué medidas se han tomado

El gobierno de Canadá ha prohibido su uso a sus empleados desde este martes ya que asegura que la aplicación presenta «un nivel inaceptable de riesgo para la privacidad y la seguridad».

El regulador canadiense está investigando qué hace TikTok con los datos de los usuarios, en especial si la compañía obtiene un consentimiento «válido y significativo» cuando recopila información personal.

«En un dispositivo móvil, los métodos de recolección de datos de TikTok proporcionan un acceso considerable a los contenidos del teléfono», aseguró en un comunicado Mona Fortier, presidenta del Consejo del Tesoro de Canadá que supervisa el gasto público.

Aunque «los riesgos de utilizar la aplicación están claros», la funcionaria aseguró que por el momento no tienen pruebas de que información gubernamental se hubiera visto comprometida.

En Bruselas, la portavoz de la UE Sonya Gospodinova aseguró que, en el caso de la Comisión Europea, la medida tiene como objetivo «proteger a la Comisión contra las amenazas de ciberseguridad y acciones que puedan ser explotadas para ciberataques contra el entorno corporativo» de la misma.

La prohibición en la UE, que se hará efectiva el próximo 15 de marzo, también afecta a los teléfonos o dispositivos personales que tengan instaladas aplicaciones oficiales, como el email de la Comisión o programas de mensajería como Skype for Business.

A finales de año, el gobierno federal de Estados Unidos prohibió a sus funcionarios usar TikTok, y ahora ha dado al resto de agencias gubernamentales 30 días para que eliminen la aplicación de sus sistemas. Varias universidades americanas han hecho lo mismo.

Ya en 2020, la administración del entonces presidente Donald Trump intentó prohibir la aplicación en todo el país. Sin embargo, debido a los numerosos desafíos legales, este debate se fue desinflando y fracasó en 2021, cuando el actual presidente Joe Biden anuló la propuesta de Trump.

Qué dice TikTok

Tik Tok insiste en que no opera de forma distinta a otras redes sociales.

Aunque a menudo se cita el estudio de Internet 2.0, Citizen Lab llevó a cabo otro test parecido que concluyó que «en comparación con otras plataformas de redes sociales populares, TikTok recoge el mismo tipo de datos para rastrear el comportamiento de los usuarios».

El gigante tecnológico chino ByteDance es propietario de TikTok y de su aplicación hermana, Douyin.

A una conclusión parecida llegó el Instituto de Tecnología de Georgia, que en enero señaló que «el asunto clave aquí es que otras redes sociales y aplicaciones para móviles hacen lo mismo».

La compañía también asegura que el gobierno chino no tiene acceso a los datos de los usuarios, y que la versión china de la aplicación es distinta a la que se usa en el resto del mundo.

Sin embargo, el pasado diciembre ByteDance admitió que varios de sus trabajadores en Pekín habían accedido a los datos de al menos dos periodistas estadounidenses y un «pequeño número» de otras personas, para rastrear sus localizaciones y comprobar si se estaban reuniendo con empleados de TikTok de los que sospechaban que estaban filtrando información sobre la compañía a los medios.

Según la empresa, estos trabajadores que accedieron a los datos fueron despedidos en diciembre.

TikTok también se encuentra en conversaciones con el gobierno estadounidense para almacenar todos los datos de sus usuarios en Estados Unidos en lugar de en China. Además, asegura que desde el verano pasado, todos los datos de EE.UU. se han dirigido a través de servidores con sede en el país americano.

¿Hay censura en TikTok?

En noviembre de 2022, el director del Buró Federal de Investigación (FBI) de EE.UU. aseguró que «el gobierno chino podría (…) controlar las recomendaciones del algoritmo, lo que podría utilizarse para operaciones de influencia».

Es decir, que Pekín podría intentar manipular a los usuarios de TikTok a través de las publicaciones que la aplicación les recomienda.

A estas preocupaciones se suma el hecho de que la aplicación hermana de TikTok, Douyin, que solo está disponible en China, está fuertemente censurada y al parecer está diseñada para alentar la viralización del material educativo y sano.

La versión china de TikTok, Douyin, comparte el mismo formato y el código básico de programación.

Los investigadores de Citizen Lab llevaron a cabo una comparación entre TikTok y Douyin y concluyeron que TikTok no emplea la misma censura política.

«La plataforma no impone una censura posterior obvia», aseguraron los investigadores.

En el Instituto de Tecnología de Georgia tampoco encontraron grandes rastros de censura. Sus analistas buscaron temas como la independencia de Taiwán o chistes sobre el primer ministro chino, Xi Jinping, y concluyeron que «los videos en todas estas categorías se pueden encontrar fácilmente en TikTok. Muchos son populares y ampliamente compartidos».

En China, todas las redes sociales están fuertemente censuradas, con un ejército de policías que elimina todo el contenido que critica al gobierno o que consideran que puede provocar disturbios políticos.

Cuando TikTok empezó a despegar sí que se produjeron algunos casos sonados de censura, como cuando se suspendió la cuenta a un usuario de EE.UU. por hablar del trato que Pekín daba a los musulmanes de Xinjiang. Tras la feroz respuesta pública, TikTok se disculpó y le restableció la cuenta.

Desde entonces ha habido pocos casos de censura, más allá de algunas decisiones de moderación controvertidas, iguales a aquellas con las que tienen que lidiar todas las plataformas.

Qué dice el gobierno chino

Para Pekín, EE.UU. -y, por ende, otros gobiernos occidentales- abusa de su poder estatal para reprimir a empresas extranjeras.

«Nos oponemos firmemente a estas acciones equivocadas», afirmó la portavoz Mao Ning en una rueda de prensa este martes. «El gobierno de EE.UU. debe respetar los principios de la economía de mercado y la competencia leal, dejar de reprimir a las empresas y proporcionar un entorno abierto, justo y no discriminatorio para las compañías extranjeras en EE.UU.».

«Cuán insegura de sí misma debe estar una superpotencia mundial como Estados Unidos para temer de esta forma la aplicación favorita de los jóvenes«, añadió.

Sin embargo, como observa Joe Tidy, reportero de seguridad cibernética de la BBC, los supuestos riesgos, aunque sean teóricos, no son recíprocos: «China no tiene que preocuparse de las apps estadounidenses porque su acceso para los ciudadanos chinos fue bloqueado hace muchos años».

Fuente: www.bbc.com

Del “momento Sputnik” al “momento Huawei”: ¿Se está quedando atrás Estados Unidos?

Nota del editor: Emili J. Blasco es periodista y director del centro Global Affairs de la Universidad de Navarra. Ha sido corresponsal en Berlín, Londres y Washington para el diario ABC de España, donde sigue publicando una columna. Las opiniones expresadas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor.

(CNN Español) — China, como en su día la URSS con el lanzamiento del Sputnik, parece estar disputando a Estados Unidos el liderazgo de la próxima revolución tecnológica. Los avances chinos en 5G –la quinta generación de telefonía móvil, que aumenta exponencialmente la velocidad de las telecomunicaciones y el volumen de información transferible, posibilitando con ello la sincronización de operaciones muy complejas– están poniendo al gigante asiático en situación de alcanzar la paridad tecnológica con EE.UU., objetivo que Beijing quiere lograr para 2035.

El pulso entre EE.UU. y China a raíz de Huawei ha mostrado de pronto al mundo la amplia penetración que esa empresa china está logrando en muchos países para desarrollar las conexiones 5G. Eso ha supuesto una sacudida en la percepción general, también entre muchos estadounidenses, sobre la posibilidad de que EE.UU. se esté quedando atrás.

Algo así ocurrió con el lanzamiento en 1957 del Sputnik , el primer satélite artificial, que situó a la URSS por delante en la carrera espacial con EE.UU. Ese primer paso en la conquista del espacio dado por el mayor rival de la Guerra Fría supuso para los estadounidenses una voz de alarma que alcanzó a toda la sociedad: en las escuelas se promovieron más las matemáticas y las ciencias y, al final de la cadena del conocimiento, en 1958 el presidente Dwight D. Eisenhower creó la NASA.

Esa reacción –la capacidad de toda una nación de volcarse en un objetivo, en cerrada disputa con un competidor– se conoció como el “momento Sputnik”. Fue una suerte de “despertar” y “ponerse las pilas”. El notable esfuerzo dio sus resultados y en 1969 el primer hombre pisó la Luna llevando la bandera de las barras y estrellas.

Mucho se ha debatido los últimos años sobre si Estados Unidos está o no en declive o si hemos ya pasado de un orden internacional unipolar a otro bipolar o multipolar. El ascenso de China lógicamente reduce el peso relativo de EE.UU. en el mundo: la economía estadounidense era en 1960 el 40% de la economía mundial; hoy supone el 24%, no porque no crezca, sino por el normal desarrollo de otros países. Además, hay que tener en cuenta que la situación de “superpotencia solitaria” alcanzada con el colapso de la URSS fue una excepcionalidad que difícilmente iba a prolongarse mucho en el tiempo.

En cualquier caso, EE.UU. sigue siendo la primera potencia: en el campo militar su superioridad será incuestionable por décadas y en el económico de momento no ha sido sobrepasado por China. Incluso demográficamente el tiempo juega a favor de EE.UU., que irá reduciendo la diferencia en población activa respecto a China, dado el mayor envejecimiento de la población de este país: la actual proporción de 5 a 1 a favor chino se reducirá al 3 a 1 hacia 2050.

Si el sistema de telefonía móvil 1G tuvo a la estadounidense Motorola como marca emblemática en la década de 1980, el cetro pasó en los 90 a la finlandesa Nokia con el 2G y en la década siguiente a la canadiense Blackberry con el 3G. Apple, con su iPhone, ha sido la marca dominante del 4G en la década en que estamos y Huawei aspira a ocupar ese puesto la próxima. Esa secuencia temporal muestra que EE.UU. estuvo en los comienzos de la innovación y que volvió a controlar el mercado cuando la telefonía móvil dio el salto cualitativo a los celulares inteligentes. Pero hoy, cuando va darse un salto aún mayor, podría perder su posición de liderazgo. De hecho, ninguna marca-país ha tenido un reinado permanente en este ámbito.

Washington puede querer combatir a Huawei en todos los frentes, pero ciertas acciones legales y la presión sobre países aliados para que restrinjan la actividad de la tecnológica china en sus territorios solo darán logros parciales. EE.UU. tiene que vencer a Huawei-China en el terreno tecnológico, y para eso debe sobreponerse como ocurrió ante el éxito ruso del Sputnik. Un “momento Huawei”, sin llegar a la psicosis, es necesario.

Al discutir sobre “declivismo” o de “nueva centuria americana”, según se juzgue de modo pesimista u optimista la marcha de EE.UU., se echa mano de estadísticas que muchas veces al ciudadano de a pie le resultan frías. Hablar de “momento Huawei”, en cambio, puede ser lo suficientemente sugerente –y amenazante– como para reactivar el talento científico y tecnológico que EE.UU. puede generar.

En 2011 tuvo un gran impacto el libro “That Used to Be Us” (Eso solíamos ser nosotros), del columnista del New York Times Thomas Friedman. Era una llamada precisamente a recobrar el liderazgo mundial dando respuesta a los retos planteados por nuestro tiempo. Que el título de ese libro se quede en una frase de alerta o sea la triste constatación de una realidad depende de los propios estadounidenses.

Fuente: cnnespanol.cnn.com

Geopolítica y código abierto, mala combinación

Cuentan nuestros compañeros de MC que China teme que Trump tome el control del Open Source. Así como suena: como si «el Open Source» fuese una mina de diamantes en mitad de ninguna parte y estuviese disputada por ambas potencias… Y quizás la analogía no sea tan desacertada como parece, porque aun cuando el código es contante, un desarrollo con la complejidad del mismo kernel Linux cabe en un USB de 1 GB y te sobra espacio para repetir la operación seis o siete veces.

Sin embargo, el conflicto gira en torno a GitHub, la mayor forja de software del mundo, también de software de código abierto; propiedad de Microsoft y bajo la arbitrariedad de las leyes e impulsos del Gobierno de Estados Unidos, hoy en manos de Donald Trump. Así, las reglas de control de exportación de GitHub indican que todo el contenido alojado en la plataforma debe cumplir con las leyes de exportación de Estados Unidos, incluyendo las regulaciones de administración de exportaciones (EAR) que la Administración Trump ha utilizado para atacar al negocio de Huawei e imponer vetos que han afectado a otras grandes empresas y organizaciones.

En declaraciones de Liu Chen, director de operaciones de Open Source China (OSChina), la comunidad de código abierto más grande del país: «Para los desarrolladores, el código fuente es un recurso muy importante. Si los usuarios de GitHub de China se verán afectados depende en gran medida de la fuerza y ​​el alcance de las sanciones de exportación de Estados Unidos contra China, que hoy no podemos determinar. Esto es realmente malo porque el progreso de la evolución de software podría ser más lento. Los proyectos de código abierto benefician a muchas partes en todo el mundo, no solo de los Estados Unidos o China. No hay un solo país o empresa que pueda escapar de los proyectos de código abierto en la actualidad«.

Dicho con otras palabras, el software de código abierto se ha convertido en un recurso crítico para el tejido empresarial a nivel global, y que el principal repositorio de código abierto del mundo esté sujeto a los caprichos de una administración como la de Donald Trump no ofrece seguridad a las partes que no estén dispuestas a doblegarse a la voluntad del gigante estadounidense. Pero el gigante chino no está por la labor de dejarse hacer sin oponer resistencia, y de hecho su plan B está en marcha: se llama Gitee y como parece indicar su nombre, se trata de un clon de GitHub que llegado el momento podría recoger todo el código fuente disponible de manera abierta.

Lo fundamental es que ni siquiera el código abierto, el software libre si se prefiere, está al margen de la geopolítica. Tomando como ejemplo este caso, cualquier compañía que opere en Estados Unidos está sujeta a las leyes de exportación del territorio. No es algo nuevo, aunque la situación se haya agravado por enfrentar a las dos grandes potencias de la actualidad. «Desafortunadamente, Red Hat no puede proporcionar el software, la documentación o el soporte de Fedora a individuos en naciones embargadas, debido a la ley de exportación de los Estados Unidos» es una cita que dio de qué hablar hace unos años, afectando a países como Cuba, que todavía sigue vigente.

Fuente: www.muylinux.com

La Casa Blanca ha sustituido Drupal por WordPress

Casa-Blanca

WordPress es el CMS que ha conquistado Internet, de hecho un porcentaje muy importante de los sitios web actualmente activos se basan en él. Básicamente, lo fácil que resulta de utilizar lo ha catapultado a lo más alto, siendo a día de hoy uno de los proyectos de software libre con más repercusión.

En octubre de 2009 la Administración Obama decidió por utilizar Drupal como sostén del sitio web oficial de la Casa Blanca: whitehose.gov. Aquello fue una victoria para Drupal que no impidió que fuera cayendo poco a poco a posiciones cada vez más irrelevantes en el mercado, todo por culpa de un WordPress en auge. Ahora, con el cambio de presidente, se han producido muchos cambios en las políticas impulsadas desde la Casa Blanca, destacando en el ámbito tecnológico el fin de la neutralidad de la red y las intenciones de hacer que el ser humano vuelva a pisar la Luna.

Según informan en eWeek, los constantes cambios llevados a cabo por la Administración Trump también han afectado al sitio web oficial de la Casa Blanca, habiéndose sustituido Drupal por el omnipresente WordPress el pasado 15 de diciembre del presente año. De momento no ha habido ningún anuncio oficial sobre este cambio, pero se puede detectar revisando el código fuente con un navegador web, pudiéndose ver el prefijo “wp” utilizado por WordPress para los ficheros y carpetas y una versión única del tema utilizado en el front office, cuyo nombre es 45, haciendo referencia a que Donald Trump es el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos.

El principal motivo de la sustitución de Drupal por WordPress es la de ahorrar dinero a los contribuyentes estadounidenses. De hecho se espera una reducción anual del coste en el mantenimiento de unos 3 millones de dólares, una cantidad considerable si tenemos en cuenta que solo se trata de un sitio web, pero que posiblemente incluya muchas medidas personalizadas de seguridad y otros añadidos.

Fuente: www.muylinux.com

La NSA espía el mundo mejor con… Linux, claro que sí

LA NSAHe aquí un titular que ha llamado mi atención: La NSA realiza sus actividades de espionaje con Red Hat. Expuesto así es duro, pero es cierto. Sin embargo la noticia al completo, a medio camino entre la opinión y el refrito, no descubre nada nuevo.

La información se basa en un mucho más interesante artículo -firmado entre otros por Glenn Greenwald, quien en junio de 2013 publicase en The Guardian las revelaciones de Edward Snowden sobre el programa de vigilancia masiva PRISM- de The Intercept acerca del funcionamiento de XKeyscore, el sistema “secreto” con el que la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense vigila o lo intenta a todo mortal conectado a Internet. ¿Y qué sistema operativo mueve a la bestia? Por lo general, parece ser GNU/Linux. Con todas las letras. Más en concreto, Red Hat Enterprise Linux (RHEL).

El titular que llamaba erronéamente mi atención desemboca en un planteamiento un poco absurdo, el de si Red Hat debe tratar con una organización como NSA, siendo como es una empresa nacida en el mundo Open Source. ¿Tal vez Red Hat participa o colabora de manera activa en el espionaje de millones de personas? Eso no se dice en ningún sitio. ¿Cómo podría evitar la compañía que el Gobierno utilice sus productos? ¿Cómo podría evitar alguien que quien sea baje el código fuente y lo compile o utilice directamente CentOS?, por poner un ejemplo acorde a las circunstancias.

Fuente: www.muylinux.com

Sobra decir que todo el software que proviene o pasa legalmente por Estados Unidos es objeto de duda y Red Hat no es una excepción. Ni siquiera el kernel Linux lo es: la NSA intentó meter las zarpas, aunque no lo consiguiera. Pero a falta de pruebas, el software libre es la única alternativa fiable… y tampoco, argumentarán los temerosos más extremos. ¿O acaso una persona u organización va a revisar todo el código fuente del software que use antes de compilarlo y ejecutarlo?

Sabemos que la NSA funciona con Linux, que colabora en el desarrollo de Linux y módulos de este como SELinux -la inequívoca apuesta de Red Hat– y otros. ¿Qué más da la distribución que utilicen? Les gustará más RPM que DEB… O no. Porque usan y colaboran con Linux y con el modelo de desarrollo Open Source, pero el resto de usuarios de Linux, especialmente aquellos que se preocupan por su seguridad y privacidad, no les caen tan bien.¿Quién comprende a la NSA? (Sí, este último párrafo va con algo de ironía)


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