Más allá de la diversión: Cuáles son los riesgos para la privacidad en las aplicaciones infantiles

Los niños están expuestos a riesgos en línea debido a la falta de transparencia en el uso y recopilación de datos. Te contamos cómo puedes protegerlos y qué medidas debes considerar tomar.

Nuestros hijos pasan más tiempo que nunca con sus teléfonos. Alrededor del 80% de los niños europeos de 9 a 16 años acceden a Internet desde sus teléfonos todos los días. En el Reino Unido, el 91% de los niños tiene un teléfono móvil a los 11 años, y en Estados Unidos la misma proporción tiene un smartphone a los 14 años. Aunque estos dispositivos, y las aplicaciones instaladas en ellos, pueden ser una gran herramienta de entretenimiento, socialización y aprendizaje, también presentan riesgos.

Como padres, a menudo compramos estos dispositivos principalmente para que nuestros hijos se mantengan conectados con nosotros, para que estén seguros cuando están fuera de casa y, quizá en menor medida, para que conecten con sus amigos. Pero, ¿cuántos de nosotros tenemos en cuenta las posibles implicaciones para la seguridad en línea? Gran parte del problema radica en la falta de transparencia sobre el uso de los datos y en los desarrolladores de aplicaciones.

A continuación, abordamos los principales riesgos para la seguridad asociados a las aplicaciones dirigidas a los niños, y cómo mitigarlos.

Desafíos de privacidad en aplicaciones para menores

Las aplicaciones de los teléfonos inteligentes son la puerta de entrada al mundo digital para los menores, pero también pueden exponerlos a publicidad explotadora, contenidos inapropiados y riesgos de seguridad y privacidad. El reto para los adultos se ve agravado por la complejidad de la configuración de la privacidad, la opacidad de las políticas de privacidad, las lagunas normativas, la debilidad en la aplicación de las leyes y nuestra propia falta de concienciación.

Un estudio de Incogni analizó 74 aplicaciones Android dirigidas a niños utilizadas en todo el mundo. Se descubrió que:

  • Casi la mitad (34/74) recopilan al menos algunos datos del usuario, y un tercio de ellas recopilan al menos siete puntos de datos, incluida la ubicación, las direcciones de correo electrónico, el historial de compras y las interacciones con la aplicación
  • Los desarrolladores afirman que el motivo de esta recopilación de datos es principalmente el análisis, la funcionalidad de la aplicación, la prevención del fraude y la publicidad o el marketing
  • Solo el 62% de las aplicaciones que recopilan datos permiten a los usuarios solicitar la eliminación de sus datos

Otro estudio sobre aplicaciones para iOS destinadas a niños menores de 12 años reveló que todas compartían datos de los usuarios con distintos grados de sensibilidad fuera de la aplicación. Y el 44% enviaba al menos un dato personal a terceros. Un 65% compartió datos con terceros que proporcionan publicidad o análisis con fines comerciales.

Leyes vigentes en el mundo

Los legisladores han promulgado leyes específicas para proteger a los niños de la recopilación y el uso excesivos de datos.

En Estados Unidos, la ley COPPA se aprobó en 1998 para obligar a los desarrolladores a obtener el consentimiento paterno antes de recopilar información personal de menores de 13 años. También deben proporcionar una política de privacidad clara que detalle cómo se utiliza la información recopilada, y ofrecer a los padres la opción de revisar, modificar o eliminar estos datos.

En la UE, el GDPR-K exige que los desarrolladores recojan únicamente los datos mínimos necesarios para prestar los servicios de una aplicación, y que obtengan el consentimiento paterno para procesar datos personales en la mayoría de los casos. También exige una configuración de la privacidad adecuada a la edad y fácil de entender para los niños, y que los desarrolladores evalúen y mitiguen periódicamente los riesgos para la protección de datos.

A lo largo de los años, las medidas de aplicación han sido limitadas. TikTok fue una excepción notable, ya que se le impuso una multa de 345 millones de euros (368 millones de dólares) por el GDPR y un acuerdo de 5,7 millones de dólares con la FTC. Pero que no se multe a más desarrolladores de aplicaciones infantiles no significa que no pase nada. Más bien puede apuntar a una falta de capacidad reguladora para hacer cumplir la ley. 

Principales riesgos de las aplicaciones

  • Recogida excesiva de datos: La información personal, como la edad, la dirección de correo electrónico, la ubicación y la actividad en la aplicación, puede ser una mina de oro para los anunciantes. Si los desarrolladores la comparten a través de rastreadores de terceros, representa un riesgo para la seguridad de los datos por la posibilidad de este pueda sufrir una violación.
  • Publicidad poco escrupulosa: Los anuncios dirigidos sobre todo a niños pequeños pueden aprovecharse de su incapacidad para discernir que se les está haciendo publicidad. Los anuncios también pueden incluir contenido inapropiado.
  • Compras dentro de la aplicación: Algunas aplicaciones, especialmente en el mundo de los videojuegos, permiten a los usuarios realizar compras durante una sesión. Los menores pueden ser más susceptibles a que los desarrolladores les empujen a gastar dinero sin el conocimiento del adulto a cargo.
  • Control parental limitado: Algunas aplicaciones carecen de controles parentales adecuados, lo que dificulta minimizar la exposición a riesgos al utilizar la aplicación.
  • Información limitada sobre privacidad: A pesar de los requisitos normativos de muchas jurisdicciones, las aplicaciones infantiles pueden incluir políticas de privacidad/seguridad opacas que no dejan claro cómo se utilizarán y protegerán los datos. Como afirma el organismo regulador de la privacidad del Reino Unido: “Un mal diseño de la información sobre privacidad oculta los riesgos, desbarata las buenas experiencias de los usuarios y siembra la desconfianza entre los niños, los padres y los servicios en línea.”
  • Compartir demasiado: Algunas aplicaciones pueden ofrecer pocos medios obvios para que limitar la cantidad de información que comparten con otros usuarios, poniéndolos en peligro de ciberacosadores, ladrones de datos y estafadores.
  • Contenido inapropiado: Las aplicaciones pueden permitir a los menores acceder a contenidos inadecuados para su edad, incluidos los compartidos por otros usuarios. Las redes sociales son especialmente peligrosas, dado el gran número de usuarios que comparten imágenes y vídeos. Los moderadores pueden tardar en ponerse al día y retirar todo lo que se considere inapropiado.
  • Riesgos de seguridad: Las aplicaciones móviles también plantean importantes riesgos de seguridad. Las que no se han diseñado pensando en la seguridad pueden incluir vulnerabilidades, errores de configuración y otros riesgos, como la falta de cifrado de datos. Estos agujeros pueden ser aprovechados por los delincuentes para robar los datos del menor, incluidos los de acceso a las aplicaciones, inscribirlo en servicios de pago o secuestrar sus cuentas de redes sociales y juegos. También podrían utilizar el acceso al dispositivo para llevar a cabo una ciberextorsión.

Cómo mitigar los riesgos de seguridad de las aplicaciones

Como padre, tienes un papel fundamental a la hora de proteger la privacidad y la seguridad de tus hijos cuando utilizan aplicaciones para teléfonos inteligentes. Te contamos cómo:

  • Habla con sus hijos: Explícale la importancia de proteger su información personal, las posibles consecuencias de los riesgos de seguridad y privacidad, y déjale claro que esperas que recurra a ti antes de tomar cualquier decisión sobre compartir información en línea. 
  • Investiga: Revisa cualquier aplicación que el niño o niña quiera descargarse antes de permitírselo. Comprueba sus políticas de privacidad y su reputación en materia de privacidad y seguridad.
  • Mantén el control: Respeta la intimidad de su hijo, pero que sepa que controlarás de vez en cuando el uso y los permisos de sus aplicaciones. Considera la posibilidad de utilizar software de control parental para limitar lo que pueden descargar y a qué funciones podrán acceder (por ejemplo, desactivar las funciones de mensajería o sociales). Estos programas también permiten navegar de forma segura y proporcionan informes sobre el uso de Internet.
  • Céntrate en la seguridad: Descarga software antimalware de un proveedor de confianza y mantenlo actualizado con la última versión de la aplicación y del sistema operativo, y protegido con contraseña. Activa la autenticación multifactor (MFA) en las aplicaciones que la admitan. Y asegúrese de que solo se descarguen aplicaciones de las tiendas oficiales de Google y Apple.
  • Bloquea la publicidad: Desactiva el seguimiento de anuncios en el smartphone accediendo a la configuración correspondiente en Android o iOS.
  • Elige aplicaciones adaptadas a los niños: Para dispositivos Android, busca las “aprobadas por el profesor” en Google Play, en la pestaña Niños. Las apps se clasifican según “adecuación a la edad, calidad de la experiencia, enriquecimiento y deleite”.

Todos queremos que nuestros hijos saquen el máximo partido a sus smartphones. Pero, ante todo, queremos que estén seguros. Navegar por este campo minado digital nunca va a ser fácil. Pero cuanto te informes y conozcas los riesgos, podrás tomas las mejores decisiones en pos del bienestar y la seguridad de los menores.

Fuente: www.welivesecurity.com