Linux Mint muestra su preocupación por el número de usuarios que instalan las actualizaciones del sistema

Muchas personas migran a Linux buscando mejorar la seguridad frente a Windows, sin embargo, de poco puede servir este cambio si no se modifican las malas costumbres adquiridas con el uso del sistema de Microsoft. Esto es, indirectamente, lo que denuncia el líder de Linux Mint, Clement Lefebvre, quien ha mostrado a través del blog oficial de la distribución su preocupación por las pocas actualizaciones que presuntamente llevan a cabo los usuarios del sistema.

Linux Mint no recopila datos mediante telemetría, así que ha pedido ayuda a Yahoo (el motor de búsqueda predeterminado en el Firefox de la distribución) para detectar mediante el agente de usuario las versiones más utilizadas del software que suministra. El primer dato preocupante está en que “solo el 30% de los usuarios actualizaron su navegador web en menos de una semana” tras la llegada de Firefox 85. El navegador web suele ser la interfaz más usada en PC para acceder a Internet, por lo que dicha aplicación está más expuesta que otras, que por lo general solo trabajan localmente.

Otro dato preocupante es que entre el 5 y el 30 por ciento de los usuarios todavía ejecutan Linux Mint 17, que llegó a su fin de ciclo en abril de 2019 (hace dos años). Este dato no es muy preciso debido a que se han usado diferentes fuentes para obtenerlo. “La cifra del 5% proviene de la página de inicio de su navegador predeterminado. Cuanto más tiempo use Linux Mint después de instalarlo, es más probable que haya cambiado su primera página, por lo que podemos asumir razonablemente que el número es menor que la realidad.”

Por otro lado, “la cifra del 30% proviene de nuestros repositorios APT. El porcentaje de tráfico que obtenemos de Linux Mint 17 no es confiable porque APT mejoró al realizar menos solicitudes de HTTP para las mismas consultas y redujimos la frecuencia de actualización de la caché predeterminada en las versiones modernas. Tampoco es confiable porque mejoramos lanzamiento tras lanzamiento al recomendar el uso de réplicas locales, por lo que, naturalmente, hay una mayor proporción de usuarios que no utilizan réplicas en versiones anteriores. Podemos asumir razonablemente que el número es más alto que la realidad.”

Yahoo es un buscador que desde hace tiempo está de capa caída, al menos en Europa, así que la mayoría de los usuarios muy probablemente lo hayan cambiado por Google o DuckDuckGo dependiendo de la concienciación en torno a la privacidad. Estos factores hacen que los números recopilados sean, como mínimo, imprecisos, pero no por ello deja de ser un motivo de alarma para Clement Lefebvre y el equipo de Linux Mint.

Con unos datos que invitan a la preocupación, Clement Lefebvre ha recordado lo importante que es mantener el software al día por cuestiones de seguridad y compatibilidad. Con el fin de reforzar la confianza que los usuarios pueden depositar en las actualizaciones, Lefebvre ha mencionado a TimeShift, la aplicación de instantáneas que se encuentra preinstalada y a la que se puede recurrir en caso de que alguna actualización genere problemas de funcionamiento.

Los responsables de Linux Mint han empezado a trabajar en mejoras para el gestor de actualizaciones. Además de buscar las actualizaciones disponibles, hará un “un seguimiento de métricas particulares” y podrá “detectar casos en los que se pasen por alto las actualizaciones”. También se ha planteado que el gestor recuerde las actualizaciones pendientes y la posibilidad de insistir al usuario para que haga el proceso, aunque dejando la puerta abierta para que pueda reconfigurarlo.

¿Malas costumbres de los usuarios de Windows que llegan a Linux?

Si algo ha caracterizado a los usuarios de Windows es su resistencia a los cambios, que en muchos casos los lleva a no instalar las actualizaciones e incluso inhabilitar el servicio encargado del proceso, haciendo que no reciban los parches de seguridad para el sistema. Esto se suma a los numerosos los casos de usuarios que mostraron una gran resistencia a la hora de migrar de Windows XP a Windows 7 incluso después de que el primero llegara a su fecha de fin de ciclo.

Esta resistencia es algo que también afecta a las aplicaciones. Muchos usuarios de Windows tienden a dejar instaladas versiones antiguas de las aplicaciones, lo que los deja expuestos a vulnerabilidades que han sido parcheadas en versiones posteriores. Aquí merece la pena mencionar el hecho de que Windows no cuenta con un mecanismo de actualización centralizado, por lo que muchas aplicaciones requieren ser abiertas para ser actualizadas.

El hecho de que exista una gran cantidad de ordenadores y aplicaciones sin actualizar ha animado a los desarrolladores de sistemas operativos a tomar medidas cada vez más impositivas. Por ejemplo, Microsoft obliga a instalar ciertas actualizaciones de Windows 10, mientras que en Fedora se apoyan en PackageKit y GNOME Software para descargar de oficio las actualizaciones y luego sugerir al usuario que las instale en el proceso de apagado o reinicio.

Muchas personas buscan en Linux una mejor seguridad en comparación con Windows, y objetivamente la obtienen si miramos aspectos como la no utilización de una cuenta de administrador por defecto. Sin embargo, es importante tener presente que Linux no es un búnker mágico contra las vulnerabilidades y otros fallos de seguridad, así que importar malas costumbres heredadas de Windows termina minimizando la mejora en la seguridad que puede ofrecer.

Fuente: www.muylinux.com