TikTok pide a la Corte Suprema que intervenga en la lucha por la prohibición de la aplicación

CNN  —  Este lunes TikTok solicitó a la Corte Suprema que bloquee temporalmente una prohibición federal de la popular plataforma de redes sociales, lo que lleva al alto tribunal a la disputa legal sobre la controvertida ley solo unas semanas antes de que entre en vigor.

La apelación de emergencia lleva a los jueces a una pelea de alto perfil entre el Congreso, que ha expresado preocupación por la seguridad nacional sobre el control de la aplicación por parte de China, y los usuarios y ejecutivos de la plataforma, que argumentan que la prohibición viola la Primera Enmienda.

La solicitud de emergencia a la Corte Suprema se produce después de que un tribunal federal de apelaciones confirmara por unanimidad la prohibición en un fallo que decía que el gobierno tenía un interés de seguridad nacional en regular la plataforma en Estados Unidos. La prohibición entrará en vigor el 19 de enero, un día antes de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo. Trump parece haber apoyado la disponibilidad de la aplicación en EE.UU.

La apelación llegó al expediente de emergencia del tribunal superior, que los críticos llaman el “expediente en la sombra”, días después de que el Tribunal de Apelaciones del Circuito de Washington rechazara la solicitud de la empresa de bloquear temporalmente la ley, lo que le dio otra derrota a la empresa en su intento de evitar que se aplique la prohibición el próximo mes.

Los abogados de TikTok piden a la Corte Suprema que bloquee temporalmente la prohibición para darle tiempo a la empresa de pedir a los jueces que revisen su impugnación. Si los jueces están de acuerdo, la ley, como mínimo, permanecería en suspenso hasta que el tribunal decida si escuchará el caso.

La prohibición “cerrará una de las plataformas de expresión más populares de Estados Unidos el día antes de la posesión presidencial”, escribieron los abogados de TikTok. “Esto, a su vez, silenciará la expresión de los solicitantes y de los muchos estadounidenses que utilizan la plataforma para comunicarse sobre política, comercio, arte y otros asuntos de interés público”.

Los abogados pidieron a la Corte Suprema que decida sobre su solicitud de emergencia antes del 6 de enero para darle a la empresa tiempo suficiente “para coordinarse con sus proveedores de servicios para realizar la compleja tarea de cerrar la plataforma TikTok solo en Estados Unidos”. También sugirieron que el tribunal podría aceptar escuchar el caso sin necesidad de recibir presentaciones adicionales.

“Las restricciones a la libertad de expresión sobrevivieron a las normas más exigentes de la Constitución solo en circunstancias excepcionales y limitadas”, escribieron. “Este Tribunal debería asegurarse de que esta protección fundamental no se haya diluido con una decisión que confirma una ley que prohíbe una plataforma de expresión utilizada por la mitad del país”.

La prohibición fue aprobada por el Congreso con apoyo bipartidista a principios de este año y firmada como ley por el presidente Joe Biden en abril. La ley responde a años de preocupación en Washington por el riesgo que representa para la seguridad nacional la empresa matriz china de la aplicación, ByteDance.

La ley exige que la plataforma se venda a un nuevo propietario no chino o que se prohíba su uso en Estados Unidos. Después de la fecha límite de enero, si TikTok no se vende, las tiendas de aplicaciones y los servicios de Internet estadounidenses podrían enfrentarse a fuertes multas por alojar la aplicación.

Según la legislación, el presidente puede emitir una extensión única del plazo.

Los abogados de la empresa no perdieron tiempo en señalar a la administración entrante y los comentarios de apoyo de Trump sobre la aplicación en su presentación del lunes. Bloquear la entrada en vigor de la ley, dijeron, es “apropiado” porque daría “tiempo a la administración entrante para determinar su posición, debido a que el presidente electo y sus asesores han expresado su apoyo a salvar” TikTok.

“El fundamento del miedo sobre la seguridad nacional no puede ocultar la amenaza que la Ley en sí misma plantea a todos los estadounidenses”, dijeron los abogados a la Corte Suprema.

Más temprano este lunes, Trump dijo a los periodistas que tiene “un pequeño lugar cálido en mi corazón” por TikTok porque lo ayudó a conectarse con los votantes jóvenes. No respondió directamente cómo o si podría intentar impedir que la prohibición entre en vigor.

El Circuito de Washington dijo en su fallo del 6 de diciembre que la ley no violaba la Constitución, y afirmó que satisface un estándar legal conocido como escrutinio estricto que debe cumplirse para que las restricciones gubernamentales a la libertad de expresión se mantengan.

“La ley fue la culminación de una amplia acción bipartidista por parte del Congreso y de sucesivos presidentes. Fue cuidadosamente elaborada para abordar únicamente el control por parte de un adversario extranjero, y fue parte de un esfuerzo más amplio para contrarrestar una amenaza a la seguridad nacional bien fundamentada planteada por la (República Popular de China)”, dice el fallo. “En estas circunstancias, las disposiciones de la ley que tenemos ante nosotros resisten la revisión más minuciosa”.

ByteDance ha indicado anteriormente que no venderá TikTok.

La Corte Suprema ha profundizado reiteradas veces en las luchas sobre las redes sociales y la Primera Enmienda en los últimos años, incluida una decisión importante en junio en la que una mayoría de la Corte señaló que creía que las plataformas gozan de cierta protección bajo la Primera Enmienda.

“Al construir ciertos feeds, esas plataformas toman decisiones sobre qué discurso de terceros mostrar y cómo mostrarlo”, escribió la jueza Elena Kagan, miembro del bloque liberal de la Corte, a quien se le unieron tanto conservadores como liberales en su opinión. “Hemos sostenido en repetidas ocasiones que las leyes que limitan las opciones editoriales deben cumplir con los requisitos de la Primera Enmienda”.

El tribunal de apelaciones citó repetidamente esa decisión en su fallo en el caso de TikTok. Pero las protecciones de la Primera Enmienda no son absolutas, y el Circuito de Washington confirmó por unanimidad la ley por motivos de seguridad nacional.

 

Fuente: www.cnnespanol.cnn.com

Guerra comercial entre Estados Unidos y China: ¿cómo afecta a las industrias tecnológicas de ambos países?

Apple y Huawei no son las únicas tecnológicas afectadas por esta guerra comercial.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China comenzó con dos grandes empresas tecnológicas en el punto de mira, Huawei y Google.

Con la creciente escalada del conflicto muchos se preguntan ahora a qué otras empresas del mundo tecnológico está afectando —o puede llegar a afectar— esta disputa.

El recrudecimiento de las tensiones se evidenció hace unos días con nuevos aumentos arancelarios anunciados por EE.UU.

Eso significa que casi todos los productos que se importan de China a EE.UU. —gran parte de ellos tecnológicos— serán más caros para las empresas y consumidores estadounidenses.

El aumento de los gravámenes provocó la inquietud de los inversores y el desplome de los mercados internacionales.

Y pese a que Trump dijo durante la cumbre del G-7 que el país asiático quiere retomar las negociaciones e incluso sugirió que podrían cerrar un acuerdo, la guerra comercial ya lleva más de un año vigente.

Donald Trump y Xi Jinping compiten con aranceles cada vez más altos.

¿De qué manera está dañando el conflicto a la industrias tecnológicas de cada uno de estos dos países?

La BBC consultó a varios especialistas y a sus corresponsales en Shanghái y San Francisco en busca de respuestas.

La manzana podrida pudre el cesto

«La guerra entre ambas economías va más allá de los aranceles», dijo el reportero tecnológico de la BBC Chris Fox.

«No hace falta ser un genio para imaginar cuál sería el tema central de discusión en la cena en la Casa Blanca a la que el presidente Trump invitó al director ejecutivo de Apple Tim Cook a principios de este mes», agregó Dave Lee, corresponsal de tecnología de la BBC para América del Norte.

«La guerra comercial está perjudicando a Apple de muchas maneras. Y si Apple se daña, el resto de la industria tecnológica puede sufrir también«.

Lee cree que hay varias razones que explican por qué el éxito de Apple depende en gran parte de China.

«En primer lugar, es allí donde fabrica una aplastante mayoría de sus dispositivos; en lo que respecta a elaborar un nuevo iPhone, nadie puede igualar a los chinos en velocidad y precio».

Un golpe para Apple puede repercutir en otras empresas tecnológicas de China y Estados Unidos.

«Apple logró convencer a Trump para dejar algunas áreas que realmente le perjudicarían libres de aranceles, pero a medida que la guerra se intensifica el presidente parece estar agregando cada vez más restricciones».

«Por otra parte», continuó Lee, «la guerra comercial también está afectando a las ventas (de Apple) en China«.

«Durante los últimos cinco años, Apple ha visto crecer su presencia en el país. Su facturación en China es comparable a la de toda Europa».

De acuerdo con Lee, la compañía de la manzana estaría «sufriendo fluctuaciones monetarias y también una ola de patriotismo», porque los consumidores chinos ahora prefieren comprar teléfonos y productos de firmas nacionales como Huawei.

«Tal y como les diría un economista, no hay ganadores en una guerra comercial. Eso es sin duda lo que está pasando aquí», agregó Lee.

«Las tecnológicas estadounidenses están perdiendo, pero China también está siendo dañada. Quienes tienen negocios de electrónica el país están buscando la manera de llevar la fabricación fuera».

«La solución no llega con la suficiente rapidez».

Una larga batalla

Robin Brant, corresponsal de la BBC en Shanghái, cree que en «hay señales indican que China está atrincherándose para una larga batalla«.

«En los medios estatales algunos hablan de un punto muerto y de que no habrá progreso hasta después de las elecciones presidenciales estadounidenses (de 2020)».

Una de las áreas más avanzadas de China es la electrónica.

«Recuerden que China no comenzó esta guerra comercial y eso se refleja también en los medios públicos: que la verdadera razón detrás de ella es que Estados Unidos y algunos otros países están tratando de contener a una China en auge», explicó el periodista.

«El objetivo industrial de China es recuperar terreno perdido en sectores de la economía que considera cruciales para su futuro —áreas avanzadas de la aviación o de fabricación dechips y microprocesadores— y en otros campos, como vehículos eléctricos y baterías, quiere establecer una posición dominante», explicó Brant.

Espera lograrlo hacia 2025.

«Eso también significará que China no tendrá que depender de Estados Unidos en el futuro», añadió el corresponsal.

Brant dijo que hay quienes aseguran que el país asiático podría soportar la guerra comercial durante más tiempo gracias a su gobierno autoritario. Otra de sus fortalezas es que muchas empresas estadounidenses instaladas allí no tienen la capacidad de replicar en otros países toda la infraestructura que les brinda China.

Hay dos sectores en particular en los que tanto Estados Unidos como China quieren ser líderes mundiales: la inteligencia artificial (aprendizaje automático) y las telecomunicaciones (sobre todo las de redes 5G).

¿Pero quién ganará la partida en cada uno de ellos?

Emily Taylor dirige la compañía de software británica Oxford Information Labs, que publicó recientemente un informe en el que asegura que «las luchas por el poder geopolítico, las políticas proteccionistas y las preocupaciones de seguridad nacional están impulsando la carrera hacia el 5G«.

La especialista en ciberseguridad le dijo a la BBC que existe el riesgo de que las políticas de Trump resulten contraproducentes y terminen beneficiando a China.

«China tiene la ambición de no querer copiar lo que hacen otros, sino de ser un país innovador y autosuficiente«.

«Cuantas más prohibiciones y aranceles le impongan, mayor será su motivación para serlo haciendo cosas muy difíciles que requieran mucho tiempo para perfeccionar, como los chips (para el 5G)».

Calum Chace, autor de Surviving AI: The Promise and Peril of Artificial Intelligence («Sobreviviendo a la IA: la promesa y el peligro de la inteligencia artificial»), también cree que si la guerra continúa China podría adquirir mucha autosuficiencia creando su propia industria de chips.

«Todos perdemos con esto: nosotros perdemos acceso a los investigadores chinos y ellos a los investigadores occidentales», le contó el escritor a la BBC.

La pelea de EE.UU. y China por el 5G está en el centro de la guerra tecnológica.

Taylor dice que la nueva generación de telecomunicaciones móviles 5G será la infraestructura que potencie la internet de las cosas, la cual se necesita para hacer ciudades inteligentes, entre otras cosas.

«El 5G es especialmente importante porque permitirá crear la infraestructura de un nuevo tipo de tecnología que todos usaremos».

«Esta red requerirá muchas cosas diferentes y puede ser una buena oportunidad para que los países innoven y generen riqueza, pero deberán valorar los riesgos de seguridad antes de elegir un proveedor».

Sin embargo, Taylor sostiene que esos riesgos no justifican una guerra tecnológica.

Responsabilidad compartida

Pero entonces ¿qué costo se espera de todo esto?

La doctora Yu Jie es la investigadora principal sobre China en el programa Asia-Pacífico del prestigioso centro de investigación independiente Chatham House, con base en Londres, Reino Unido.

Ella cree que afectará tanto a China como a Estados Unidos.

Que China quiera ser un país tecnológicamente autosuficiente no beneficia a Occidente.

«Ambas partes —Xi y Trump— decidieron no ceder un ápice en las negociaciones, pero también vemos que la guerra comercial no ha ido realmente en la dirección que Donald Trump esperaba», le contó a la BBC.

«Por ejemplo, las compañías estadounidenses todavía recuerdan haber sido expulsadas del mercado doméstico chino».

¿Y quién podría permitirse perder más si esta guerra se deteriora?

«Creo que deberíamos analizarlo tanto a corto como a largo plazo«, respondió Yu Jie. «A corto plazo, es obviamente la economía china la que más va a sufrir, precisamente porque aunque está tratando de reducir el volumen de sus exportaciones, todavía depende mucho de ellas».

«Pero por otra parte, muchas compañías estadounidenses dependen de China en cadenas de distribución e infraestructura, así que más a largo plazo yo creo que ambas economías se verán muy afectadas».

La académica dijo que el «sentido de interdependencia» entre todas las economías globales hace que ninguna de ellas se beneficie realmente de esta guerra comercial.

«Los consumidores globales sin quieres sufrirán realmente esta guerra de titanes», añadió.

Fuente: www.bbc.com

 

 

Del “momento Sputnik” al “momento Huawei”: ¿Se está quedando atrás Estados Unidos?

Nota del editor: Emili J. Blasco es periodista y director del centro Global Affairs de la Universidad de Navarra. Ha sido corresponsal en Berlín, Londres y Washington para el diario ABC de España, donde sigue publicando una columna. Las opiniones expresadas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor.

(CNN Español) — China, como en su día la URSS con el lanzamiento del Sputnik, parece estar disputando a Estados Unidos el liderazgo de la próxima revolución tecnológica. Los avances chinos en 5G –la quinta generación de telefonía móvil, que aumenta exponencialmente la velocidad de las telecomunicaciones y el volumen de información transferible, posibilitando con ello la sincronización de operaciones muy complejas– están poniendo al gigante asiático en situación de alcanzar la paridad tecnológica con EE.UU., objetivo que Beijing quiere lograr para 2035.

El pulso entre EE.UU. y China a raíz de Huawei ha mostrado de pronto al mundo la amplia penetración que esa empresa china está logrando en muchos países para desarrollar las conexiones 5G. Eso ha supuesto una sacudida en la percepción general, también entre muchos estadounidenses, sobre la posibilidad de que EE.UU. se esté quedando atrás.

Algo así ocurrió con el lanzamiento en 1957 del Sputnik , el primer satélite artificial, que situó a la URSS por delante en la carrera espacial con EE.UU. Ese primer paso en la conquista del espacio dado por el mayor rival de la Guerra Fría supuso para los estadounidenses una voz de alarma que alcanzó a toda la sociedad: en las escuelas se promovieron más las matemáticas y las ciencias y, al final de la cadena del conocimiento, en 1958 el presidente Dwight D. Eisenhower creó la NASA.

Esa reacción –la capacidad de toda una nación de volcarse en un objetivo, en cerrada disputa con un competidor– se conoció como el “momento Sputnik”. Fue una suerte de “despertar” y “ponerse las pilas”. El notable esfuerzo dio sus resultados y en 1969 el primer hombre pisó la Luna llevando la bandera de las barras y estrellas.

Mucho se ha debatido los últimos años sobre si Estados Unidos está o no en declive o si hemos ya pasado de un orden internacional unipolar a otro bipolar o multipolar. El ascenso de China lógicamente reduce el peso relativo de EE.UU. en el mundo: la economía estadounidense era en 1960 el 40% de la economía mundial; hoy supone el 24%, no porque no crezca, sino por el normal desarrollo de otros países. Además, hay que tener en cuenta que la situación de “superpotencia solitaria” alcanzada con el colapso de la URSS fue una excepcionalidad que difícilmente iba a prolongarse mucho en el tiempo.

En cualquier caso, EE.UU. sigue siendo la primera potencia: en el campo militar su superioridad será incuestionable por décadas y en el económico de momento no ha sido sobrepasado por China. Incluso demográficamente el tiempo juega a favor de EE.UU., que irá reduciendo la diferencia en población activa respecto a China, dado el mayor envejecimiento de la población de este país: la actual proporción de 5 a 1 a favor chino se reducirá al 3 a 1 hacia 2050.

Si el sistema de telefonía móvil 1G tuvo a la estadounidense Motorola como marca emblemática en la década de 1980, el cetro pasó en los 90 a la finlandesa Nokia con el 2G y en la década siguiente a la canadiense Blackberry con el 3G. Apple, con su iPhone, ha sido la marca dominante del 4G en la década en que estamos y Huawei aspira a ocupar ese puesto la próxima. Esa secuencia temporal muestra que EE.UU. estuvo en los comienzos de la innovación y que volvió a controlar el mercado cuando la telefonía móvil dio el salto cualitativo a los celulares inteligentes. Pero hoy, cuando va darse un salto aún mayor, podría perder su posición de liderazgo. De hecho, ninguna marca-país ha tenido un reinado permanente en este ámbito.

Washington puede querer combatir a Huawei en todos los frentes, pero ciertas acciones legales y la presión sobre países aliados para que restrinjan la actividad de la tecnológica china en sus territorios solo darán logros parciales. EE.UU. tiene que vencer a Huawei-China en el terreno tecnológico, y para eso debe sobreponerse como ocurrió ante el éxito ruso del Sputnik. Un “momento Huawei”, sin llegar a la psicosis, es necesario.

Al discutir sobre “declivismo” o de “nueva centuria americana”, según se juzgue de modo pesimista u optimista la marcha de EE.UU., se echa mano de estadísticas que muchas veces al ciudadano de a pie le resultan frías. Hablar de “momento Huawei”, en cambio, puede ser lo suficientemente sugerente –y amenazante– como para reactivar el talento científico y tecnológico que EE.UU. puede generar.

En 2011 tuvo un gran impacto el libro “That Used to Be Us” (Eso solíamos ser nosotros), del columnista del New York Times Thomas Friedman. Era una llamada precisamente a recobrar el liderazgo mundial dando respuesta a los retos planteados por nuestro tiempo. Que el título de ese libro se quede en una frase de alerta o sea la triste constatación de una realidad depende de los propios estadounidenses.

Fuente: cnnespanol.cnn.com