Qué es un adware y cuáles son sus características.

Posiblemente muchas veces te sucedió que mientras navegabas por Internet aparecían ventanas emergentes con mensajes como: “ganaste un nuevo celular gratis haz clic AQUÍ”, “eres nuestro usuario 500.000 y has ganado un premio haz clic AQUI”, u otro tipo de mensajes similares que hacen referencia a cosas demasiado buenas para ser verdad. A través de este tipo de anuncios es cómo más comúnmente se presenta el adware a los usuarios, ya sea a través de la computadora o el smartphone. Si el usuario hace clic donde no debe y se infecta, probablemente comiencen a aparecer nuevas ventanas emergentes desplegando más publicidad invasiva y no deseada.

Qué es adware

Adware es la combinación de las palabras “advertising” (publicidad) y “software” (programa) y se refiere a cualquier software, sea malicioso o no, que nos muestre anuncios en una app o sobre el navegador web para generar ganancias a partir de clics e impresiones en los anuncios.

¿El adware es considerado malware?

Si bien se suele hacer referencia al adware como un tipo de malware, la realidad es que el adware es considerado un grayware o aplicación potencialmente no deseada (PUA, por sus siglas en inglés). Esto quiere decir que, si bien puede conducir a sitios maliciosos, el riesgo de que realice otra acción maliciosa es menor, aunque esto último puede ocurrir.

Por lo tanto, si bien el adware no suele ser peligroso en sí mismo, en algunos casos puede tener otros objetivos que suponen un riesgo mayor; por ejemplo, recolectar datos. Este fue el caso por ejemplo del adware Wajam, capaz de recopilar y filtrar información del usuario víctima, como software instalado, el modelo del equipo, entre otros datos.

Podemos notar que tenemos instalado un adware en nuestro dispositivo cuando empezamos a observar que aparecen ventanas emergentes con anuncios falsos sin ningún motivo aparente, o cuando aparecen varios anuncios de forma consecutiva causando una molestia a la hora de navegar, o si somos redirigidos a sitios no deseados que pueden llevar a la descarga de malware.

Por este tipo de comportamiento es tal vez el malware más fácil de detectar, ya que toda su actividad maliciosa es invasiva y notoria mientras el usuario navega por Internet.

Cómo llega el adware a nuestros dispositivos

Existen diversas maneras de instalar este tipo de software no deseado en nuestros dispositivos. Por ejemplo, puede colarse en la computadora al instalar un software gratuito (Freewares o Sharewares) y realizar modificaciones sobre nuestro navegador; por ejemplo, instalando una barra de herramientas (toolbars) que no deseamos, modificarnos la página de inicio del navegador o el buscador que usamos por defecto por uno que nos agregue anuncios publicitarios que, en la mayoría de los casos, no tienen relación con nuestra búsqueda principal, como podemos ver en la Imagen 1.

Imagen 1. Enlaces de anuncios publicitarios que no tienen relación con nuestra búsqueda

Cuando se instalan junto a un software gratuito es el propio usuario el que muchas veces acepta la instalación del adware por no prestar atención durante el proceso de instalación. Esto significa que el adware muchas veces accede al sistema de manera “legal” porque el usuario aceptó la instalación. Lo que se recomienda es eliminar un archivo que es detectado por la solución de seguridad como adware, ya que existen posibilidades de que contenga código malicioso.

Cómo se propaga el adware

El adware puede propagarse e infectar tu computadora de varias maneras, por ejemplo:

  • Instalando en el navegador extensiones no confiables o desconocidas.
  • Instalando software gratuito (Freewares o Sharewares) de sitios con una reputación dudosa.
  • Navegando en sitios “no confiables” o que estén infectados con adware, algunos de estos pueden mostrar contenido multimedia como películas online gratis, partidos de fútbol online gratis, contenido para adultos, minijuegos online, etc.
  • A través de archivos ejecutables que se hacen pasar por un software en particular pero que nos terminan instalando otros.
  • Haciendo clic en anuncios sospechosos.

Es importante recordar que cuando uno descarga e instala software en la computadora, estos programas traen un contrato de “términos y condiciones de uso” donde se detallan los derechos de propiedad intelectual, qué se va a instalar en el sistema, qué permisos se están otorgando y cuáles no, entre otras cosas.

Cuando uno acepta este acuerdo, sin haberlo leído detenidamente, está dando su consentimiento a la posible instalación de uno de estos adware o cualquier otro tipo de software que pueda estar incluido, en el caso de que estén incluidos, sobre la computadora.

Como dijimos antes, es importante prestar atención durante todo el proceso de instalación, ya que en algunos casos se da la posibilidad de elegir si se quieren instalar otras aplicaciones o no, que son ajenas al software que se va a instalar.

¿Cómo afecta a mi computadora?

A continuación, se listan una serie de posibles comportamientos que pueden dar indicios de una posible infección:

  • El navegador empieza a funcionar más lento que de costumbre o puede cerrarse de forma inesperada.
  • Aparecen anuncios en páginas web donde antes no aparecían.
  • Se modificó la página de inicio o la página de búsqueda sin nuestra autorización.
  • Cada vez que se visita una página web, el navegador es redirigido a una página diferente.
  • Aparecen nuevas barras de herramientas (toolbars), plugins o extensiones en el navegador que antes no estaban.
  • Hacer clic en cualquier parte de la página abre una o más ventanas emergentes con anuncios no deseados.
  • Se instalan aplicaciones no deseadas en la computadora sin nuestro permiso. 

¿En mi teléfono también?

Los Adwares no solo afectan a las computadoras, también pueden propagarse en dispositivos móviles infectándolos por medio del navegador web, o a través de aplicaciones alojadas en tiendas tanto oficiales como tiendas no oficiales de terceros.Se recomiendan las siguientes lecturas con relación a adwares para dispositivos móviles:

  • Troyanos propagan adware entre usuarios de Android explica el funcionamiento de un troyano que hacía peticiones a decenas de anuncios publicitarios.
  • Rastrean desarrollador de adware para Android que afecta a millones de usuarios donde explica una campaña de adware sobre aplicaciones que estaban disponibles en Google Play.

¿Cómo puedo protegerme?

Para poder protegernos de este tipo de amenazas se recomienda tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Mantener actualizado el navegador de web.
  • Evitar abrir anuncios con falsas advertencias o aquellos que contengan mensajes muy buenos para ser verdad.
  • Utilizar una extensión confiable que bloquee anuncios mientras se navega por Internet.
  • Evitar navegar por sitios web no confiables, en especial aquellos que el navegador los marque como no seguros.
  • Evitar descargar programas de fuentes no confiables
  • Durante la instalación de un programa, leer con detenimiento los términos y condiciones de uso antes de aceptarlos.
  • Contar con una solución de seguridad para bloquear este tipo de contenidos cuando se navega por Internet.

Fuente: www.welivesecurity.com

La IA de Facebook discrimina a las mujeres en los anuncios de trabajo

Una auditoría revela que dos puestos de trabajo similares se mostraron de forma desigual en función del género, aunque este no afectaba al desempeño. No es la primera vez que se destapa este tipo de ilegalidad en los algoritmos publicitarios de la red social, que no parece estar haciendo gran cosa por solucionarlo

Según la última auditoría del servicio de publicidad de Facebook, la empresa no muestra ciertos anuncios de puestos de trabajo a las mujeres debido a su género.

La auditoría, realizada por los investigadores independientes de la Universidad del Sur de California (USC, en EE. UU.), revela que el sistema de publicación de anuncios de Facebook muestra diferentes novedades de empleo a las mujeres y a los hombres, aunque los puestos de trabajo en cuestión requieren las mismas cualificaciones. Esto se considera discriminación de género según la Ley de Igualdad de Oportunidades de Empleo de EE. UU., que prohíbe la segmentación de anuncios basada en las características protegidas. Los hallazgos se han producido a pesar de años de activismo y juicios, y después de las promesas de Facebook de que revisaría cómo publica los anuncios.

Los investigadores se registraron como anunciantes en Facebook y compraron espacios de ofertas de empleo con cualificaciones idénticas, pero con diferente demografía del mundo real. Anunciaron dos puestos de trabajo de repartidor: uno para Domino’s (reparto de pizzas) y otro para Instacart (reparto de alimentos). Actualmente, hay más hombres repartidores que mujeres en Domino’s y viceversa en Instacart.

Aunque la auditoría no se basaba en la información demográfica, que es una función que Facebook deshabilitó en marzo de 2019 para los anuncios de vivienda, crédito y empleo después de varias demandas, los algoritmos siguen mostrando los anuncios a grupos demográficos estadísticamente distintos. El anuncio de Domino’s se mostró a más hombres que mujeres, y el anuncio de Instacart fue mostrado más a mujeres que a hombres.

Los investigadores encontraron el mismo patrón en los anuncios para otros puestos de trabajo: ingenieros de software para Nvidia (con más hombres) y Netflix (más mujeres), y comerciales de ventas de coches (más hombres) y de joyas (más mujeres).

Los hallazgos sugieren que los algoritmos de Facebook de alguna manera detectan la actual distribución demográfica de estos trabajos, que suele diferir por razones históricas. (Los investigadores no lograron descubrir por qué es así, porque Facebook no quiere explicar cómo funciona su sistema de publicación de anuncios). «Facebook reproduce esos sesgos cuando publica sus anuncios, aunque no hay una justificación de cualificación», asegura la profesora asistente en la USC Aleksandra Korolova que es coautora del estudio con su colega John Heidemann y su asesor de doctorado Basileal Imana.

El estudio proporciona la prueba más reciente de que Facebook no ha resuelto sus problemas de publicidad discriminatoria desde que ProPublica sacó a la luz este tema en octubre de 2016. En ese momento, ProPublica reveló que la plataforma permitía a los anunciantes de las oportunidades laborales y de vivienda excluir a cierto público por su género y por la raza. Estos grupos reciben una protección especial bajo la ley estadounidense, lo que convierte esta práctica en ilegal. Se necesitaron dos años y medio y varias disputas legales para que Facebook finalmente eliminara esa función.

Pero unos meses más tarde, el Departamento de Vivienda y Urbanismo (HUD) de EE. UU. presentó una nueva demanda, alegando que los algoritmos de publicidad de Facebook seguían excluyendo algunos grupos de usuarios en cuanto los anuncios de vivienda sin que el anunciante especificara esa exclusión. Un equipo de investigadores independientes, incluida Korolova, liderado por los investigadores Muhammad Ali y Piotr Sapieżyński de la Universidad Northeastern (EE .UU.), corroboró esas acusaciones una semana después. Descubrieron, por ejemplo, que los anuncios sobre venta de las viviendas aparecían más a usuarios blancos, mientras que los anuncios de alquileres fueron mostrados más a las minorías.

Korolova quería volver a analizar este tema con su nueva auditoría porque los cargos por discriminación laboral son mayores que los relacionadas con vivienda. Si bien cualquier sesgo en la publicación de anuncios basado en las características protegidas resulta ilegal, en el caso de la vivienda, el derecho laboral de EE. UU. lo considera justificable si el sesgo se debe a legítimas diferencias de calificación. La nueva metodología investiga este factor.

«El diseño del experimento se ve muy claramente», opina Sapieżyński, que no participó en el último estudio. Si bien algunos podrían argumentar que los comerciales de venta de coches y los de joyas tienen distintas cualificaciones, las diferencias entre entregar pizza y entregar alimentos son insignificantes. «Estas diferencias de género no se pueden explicar por las distintas cualificaciones o por la falta de ellas. Facebook ya no puede decir que [esto es] defendible por ley», añade Sapieżyński.

La publicación de esta auditoría se produce en medio de un debate cada vez mayor sobre el sesgo en la inteligencia artificial (IA) de Facebook. Una reciente investigación de MIT Technology Review sobre el equipo de Responsible AI de Facebook revela que este grupo, formado en 2018, no se ocupa de cuestiones como la amplificación algorítmica de la desinformación y ni la polarización, debido a su dedicación exclusiva al sesgo de la IA. La compañía publicó una actualización de blog poco después, en la que destaca la importancia de ese trabajo y especifica: «[Facebook quería] comprender mejor los posibles errores que podrían afectar nuestro sistema de anuncios, como parte de nuestro trabajo continuo y más amplio de estudiar la equidad algorítmica en la publicidad».

En un comunicado, el portavoz de Facebook Joe Osborn afirma: «Hemos tomado medidas significativas para abordar los problemas de discriminación en los anuncios y actualmente tenemos equipos que trabajan en la equidad de la publicidad. Nuestro sistema tiene en cuenta muchos indicadores para intentar mostrar a las personas los anuncios que más les interesan, pero entendemos las preocupaciones planteadas en la auditoría… Seguimos trabajando en estrecha colaboración con la comunidad de derechos civiles, los reguladores y los expertos sobre estos importantes asuntos».

Sin embargo, a pesar de estas afirmaciones, Korolova resalta que no encontró ningún cambio notable entre la auditoría de 2019 y la más reciente en la forma en la que funcionan los algoritmos de publicación de anuncios en Facebook. Y critica: «Desde ese punto de vista, es realmente decepcionante, porque ya les informamos de esto hace dos años«. También se ofreció a trabajar con Facebook para abordar estos problemas, pero, añade: «No hemos recibido respuesta. Al menos a mí no me han contactado».

En entrevistas previas, la empresa dijo que no podía comentar los detalles de cómo trabajaba para mitigar la discriminación algorítmica en su servicio de publicidad debido a un litigio en curso. El equipo de publicidad afirmó que su progreso se había visto limitado por desafíos técnicos.

Sapieżyński, que ha realizado tres auditorías de la plataforma, considera que esto no tiene nada que ver con el problema. «Facebook todavía tiene que reconocer que existe un problema», sostiene. Mientras el equipo resuelve los problemas técnicos también hay una fácil solución provisional: podría desactivar la segmentación algorítmica de publicidad específicamente para los anuncios de vivienda, empleo y préstamos sin afectar el resto de sus servicios. Realmente es una simple cuestión de voluntad política, señala Sapieżyński.

Otro investigador de Northeastern que estudia el sesgo algorítmico, pero que no participó en la investigación de Korolova o Sapieżyński, Christo Wilson, coincide: «¿Cuántas veces los investigadores y periodistas tienen que detectar estos problemas antes de simplemente aceptar que todo el sistema de la segmentación de anuncios falla?».

Fuente: www.technologyreview.es


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