Vamos a morir todos

A pesar de los esfuerzos por encontrar la vida eterna mediante el entrenamiento de una IA que simula a fallecidos o los avances en la criogenización, lo cierto es que, por ahora, no existe la posibilidad de burlar a la muerte.

Mat Honan

 

Hola. ¿Qué tal estás? Traigo algunas noticias. Vas a morir. Todos vamos a morir.

No solo he estado pensando en esto mientras preparábamos esta nueva edición dedicada a la mortalidad, sino también porque he llegado a uno de esos hitos arbitrarios de la vida. Cumplo 50 años este mes

Esto es una noticia buena. Es mejor que la alternativa, como suelen decir. Sin embargo, un hecho desagradable de tener casi 50 años es que mi colesterol «malo» o LDL es demasiado alto. La solución obvia es mejorar mi dieta y hacer más ejercicio. No obstante, si eso fuera tan fácil, nadie tendría el colesterol alto, ¿verdad? Otra opción podría ser tomar estatinas o usar medicamentos para reducirlo. Mucha gente lo hace, pero es un tratamiento, no una cura, y los efectos secundarios pueden ser graves.

También podría editar mis genes usando CRISPR, tal y como hizo de manera reciente una persona en Nueva Zelanda, para reducir permanentemente mi LDL. Teniendo en cuenta que las enfermedades del corazón son una de las principales causas de muerte, eso podría alargar mi vida de forma significativa. Sé que todavía queda mucho por aprender sobre la eficacia de dicho tratamiento, pero impresiona la mera posibilidad de que exista.

Hace tan solo unos años, las cosas que podemos hacer hoy en día para alterar nuestro cuerpo sonarían a ciencia ficción. De hecho, algunas todavía suenan a ciencia ficción. El envejecimiento y la muerte siempre han sido nuestros destinos inevitables, certezas de la vida que comienzan cuando nacemos. Sin embargo, ¿y si el envejecimiento no fuese inevitable? ¿Qué pasaría si pudiéramos ralentizar o incluso revertir ese proceso? Estas posibilidades son menos descabelladas de lo que imaginamos.

Una comitiva de multimillonarios y élites de Silicon Valley, incluida la familia real saudita, han invertido asombrosas cantidades de dinero en esta cuestión, financiando start-ups e investigaciones que intentan extender nuestro tiempo en la Tierra. Antonio Regalado contó la historia de la búsqueda del rejuvenecimiento médico: algunos investigadores se encuentran en la búsqueda sobre cómo reprogramar nuestras células para que vuelvan a ser jóvenes y permitirnos llevar una vida más larga y saludable.

Todo esto lleva a la cuestión más intrigante: ¿Podríamos engañar a la muerte y vivir para siempre? Porque podemos hacerlo. O, al menos, nuestras réplicas digitales pueden, como aprendió Charlotte Jee cuando entrenó una inteligencia artificial (IA) para crear simulaciones de sus padres. La tecnología que exploró Jee es una de las muchas destinadas a permitir que los vivos se comuniquen con los muertos, en este caso a través de Alexa de Amazon.

Sin embargo, incluso si logramos vivir para siempre a través de un altavoz inteligente, en estos momentos todavía no hay forma de evitar la muerte. Por supuesto, hay mucha gente trabajando en eso. A lo mejor deseas conservar tu cadáver a -196 °C con la esperanza de que algún día te devuelvan la vida. Para ello, el campo de la criogenia sigue avanzando, a pesar de que se trata de «una aspiración desesperada que revela una ignorancia atroz de la biología», como lo expresa un científico.

Por otro lado, para quienes han aceptado su destino, pero quieren que su muerte ayude a otros a vivir más tiempo, siempre existe la posibilidad de donar el cuerpo a la ciencia. Eso es algo de lo que seguramente habrás oído hablar, pero no se parece en nada a lo que probablemente te has imaginado. Abby Ohlheiser abrió el telón para revelar cómo funciona realmente este proceso tan íntimo.

Fuente: www.technologyreview.es