Un suicidio que obliga a reflexionar

Las tecnologías de la comunicación ofrecen innumerables ventajas al ciudadano, pero también tienen un lado oscuro cuando se convierten en sustitutivos de la relación personal.

El suicidio de una trabajadora de la empresa Iveco reaviva el debate sobre la difusión de vídeos e imágenes íntimas por las redes sociales y plataformas de mensajería. En este caso se desconoce quién puso en circulación un vídeo sexual grabado hace años por la propia fallecida y que, al parecer, envió a quien entonces era su pareja. El conocimiento del archivo por el resto de compañeros y, sobre todo, por su marido fueron los desencadenantes de la tragedia.

Este triste episodio, que no se produce entre jóvenes ni adolescentes, obliga a una reflexión social sobre la autoprotección de la intimidad y el respeto de los demás cuando esta intimidad se pone en riesgo. Las tecnologías de la comunicación ofrecen innumerables ventajas al ciudadano, pero también tienen un lado oscuro cuando se convierten en sustitutivos de la relación personal.

La confianza entre amigos y parejas está dando paso a una sobreexposición a través de imágenes sobre las que su protagonista pierde luego el control. La mala fe de su receptor, el deseo de venganza o, simplemente, la voluntad de hacer daño, es suficiente para que aquello que parecía seguro en los límites de una relación, pase a ser de dominio público. Es aquí cuando debería operar el sentido ético de quienes ven esas imágenes, más aún si es de una compañera de trabajo.

El Código Penal castiga con penas muy leves a quien difunde, sin consentimiento, imágenes íntimas grabadas en una relación de confianza. Pero, como es habitual, cuando la norma penal entra en juego, ya es tarde, porque el daño está hecho y es irreversible e irreparable. Los controles para mitigar los daños por estos casos son sociales, y deben empezar en los colegios, atestados de móviles usados para amplificar humillaciones y agresiones. No es el primer suicidio, ni será el último si no hay una verdadera revisión del uso social y personal de las nuevas tecnologías.

Fuente: www.abc.es